¡Lleve su Delamotte a todas partes!
Estas tres botellas de Blanc de Blancs brindan muchos momentos para compartir y el portabotellas grabado con el escudo de la casa puede utilizarse una y otra vez, a la hora del picnic o al volver de la bodega. Un "must have" para cualquier amante del vino.
Delamotte Blanc de Blancs, idealmente refrescado a unos 8°, con un carácter mineral y una pureza total, cuenta la historia del terruño calcáreo en el que nació: notas salinas y de yodo, complementadas con aromas de cítricos y pan tostado. Apreciado por sí solo como aperitivo, este 100% Chardonnay también permite brindar por su mineralidad en la mesa con la frescura de mariscos: cangrejos, centollas, cigalas, gambas, ostras... ¡Un incondicional de las pequeñas y grandes celebraciones!
¡TRES MOMENTOS PARA COMPARTIR ALREDEDOR DE UN GRAN VINO!
